Imagina ser... un niño de 4 años!
A partir de los 2 años, los seres humanos entramos en nuestra 2º fase del neurodesarrollo, conocida como etapa preoperacional. Lo más destacable es que en este momento adquirimos la capacidad de manejar el mundo de manera simbólica o mediante representaciones, es decir, ya no necesitamos ver las cosas de forma presencial, sino que podemos imaginarlas. Además, también aprendemos a pensar en hechos o personas ausentes, como por ejemplo, que añoramos a nuestra madre si no está con nosotros.
El juego simbólico, que así es como se le llama técnicamente,
comienza con secuencias simples de conducta usando objetos reales. A los cuatro
años ya somos capaces de crear un guion y representar varios papeles sociales,
imitando hechos reales de nuestra vida o personajes de fantasía, que nos
resultan muy atractivos. Todos hemos jugado alguna vez nosotros solos con
varios muñecos, interpretando en voz alta a todos a la vez e inventando la historia
sobre la marcha. Este tipo de juegos, además de favorecer nuestra creatividad e
imaginación, también nos ayudan con nuestro siguiente tema a tratar, el
lenguaje.
Los años preescolares son el periodo en el que desarrollamos
el lenguaje más rápidamente. En este tema los pequeños son bastante prácticos,
pues aprenden a utilizar primero palabras referentes a actividades (comer,
jugar, cantar…) y a deseos propios (dame, cógeme, ayúdame…). Pero durante el
periodo preoperacional es cuando realmente empezamos a utilizar las palabras para
representar objetos ausentes y acontecimientos pasados.
Por último, pero no menos importante, entre los 2 y los 7
años aprendemos a utilizar los números como herramienta del pensamiento. No
podemos decir que de un momento para otro nos volvamos unos genios de las
matemáticas, pues solo hay que ver las notas de bachillerato de algunos para
comprobarlo, pero si que logramos entender algunos principios básicos del
conteo, como que cada objeto solo se cuenta una vez, que los números siguen un
orden, que el orden en el que se cuenten los objetos es irrelevante para saber
cuantos hay, etc.
En conclusión, la etapa preoperacional es quizá el periodo en el que mejor podamos apreciar el neurodesarrollo humano, lleno de luces, pero con algunas sombras. Debemos recordar que se llama etapa PRE-operacional precisamente porque todavía no somos un ser humano operativo al 100%. Tenemos ciertas limitaciones que analizaremos… en el siguiente post.
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