Nuestro cerebro nos pide música

La musicoterapia es la palabra de moda. Se trata de la utilización de la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, armonía y melodía) para promover y facilitar la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento y la expresión satisfaciendo diversas necesidades de la persona

Los avances en las técnicas de exploración cerebral permiten observar qué ocurre y cómo responde el cerebro ante estímulos musicales. Y a día de hoy se sabe que el simple acto de escuchar música origina cambios bioquímicos en el cerebro que afectan a los neurotransmisores y a la interconectividad entre diversas áreas cerebrales.

Además ayuda a centrar la atención, relaja y baja el ritmo respiratorio, facilita las relaciones sociales cuando se trabaja en grupo y reduce la ansiedad y el estrés produciendo la liberación de dopamina en el cerebro.


https://www.youtube.com/watch?v=_5AiOs-MW2E&t=106s



Este vídeo trata de la ex bailarina de la ciudad de Nueva York en los años sesenta, Marta González, que en aquel momento sufría Alzheimer en un estadía muy avanzado. Capta un momento conmovedor cuando recrea la coreografía que había aprendido de joven al escuchar la canción “El lago de los cisnes”. En ese momento, la mujer parece haber sentido una conexión muy profunda con la música que lleva a despertar su memoria.

El ritmo de la música puede mejorar el estado de ánimo y la frecuencia cardíaca, algo común cuando uno se siente deprimido y se pone a escuchar su música favorita para volver a sentirse más animado despertando sentimientos gratificantes.

Por todo esto el poder de la memoria musical es tan fuerte que hasta puede ayudar a dejar atrás la ansiedad, la confusión o incluso el dolor.


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