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Desde el primer momento en el que un bebé ve el mundo ya lleva consigo una serie de “instrucciones predeterminadas” que lo ayudarán a sobrevivir en las nuevas circunstancias a las que se enfrente. Las funciones propias de un recién nacido abarcan el área cognitiva, lingüística, física y social, pero vayamos por partes.

Muchos padres se sorprenden al ver lo alerta que está su hijo inmediatamente después de nacer, y es que, al contrario de lo que se suele pensar, los recién nacidos tienen los ojos bastante abiertos. En el vientre de su madre, el feto ya tenía el oído lo suficientemente desarrollado como para poder escuchar voces y sonidos. Al nacer, el niño tratará de reconocer las voces con las que está más familiarizado, que suelen ser las de sus padres, y también sus caras, porque a pesar de tener una visión borrosa, son capaces de enfocar bien a una distancia de entre 20 y 30 centímetros.

El tacto, sin embargo, es el primer sentido que desarrolla un feto, sobre las 20 semanas. Por esto, un recién nacido es muy sensible a todo lo que toca y manipula y debe colocarse sobre el pecho de la madre o del padre inmediatamente después de nacer. En este contacto piel con piel también será cuando el bebé comience a utilizar su olfato, de tal manera que según algunos estudios, será capaz de reconocer el olor de su madre hasta el punto de que al sexto día puede distinguir su pecho entre el de otras mujeres.


En cuanto a la manera de comunicarse, todos somos conscientes de que los niños no son capaces de pronunciar palabras hasta que cumplen un año aproximadamente, pero no por ello dejan de expresarse, a su manera. El llanto es la manera más primitiva que tenemos para comunicarnos, y aunque puede parecer un sistema poco efectivo, ayuda a los padres en múltiples aspectos. Una madre es capaz de reconocer el llanto de su bebé entre el de otros a los tres días de vida, y al cabo de un mes, los padres pueden diferenciar si el llanto de su hijo significa hambre, dolor o enfado. Además, el lloro también produce la bajada o salida de la leche de la madre lactante.

Pero, para comunicarnos también debemos saber interpretar los sonidos que recibimos. Como ya comentamos antes, un recién nacido es capaz de reconocer la voz de sus padres entre las del resto. Estos pequeños pueden hacer esto porque prestan especial atención a la voz humana, y según algunos estudios, parecen preferir los tonos agudos propios de la voz femenina.

Parece mucha información para asimilar en los primeros minutos de vida, ¿no? Bien, pues esto no es todo, porque el cuerpo humano está preparado para mucho más. En el siguiente post conoceremos las habilidades motrices que llevamos incluidas “de serie” y lo importantes que son para garantizar nuestro correcto crecimiento y desarrollo.

URL imagen bebé con manta

URL imagen madre e hijo

URL dibujo bebé llorando

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