Trankimacin, la vía fácil
Anteriormente os hemos hablado de la ansiedad y su alta prevalencia en los últimos años. En este post os hablaremos de uno de los recursos a los que más acude la población para contrarrestarla: El Trankimacin.
El Trankimazin es un medicamento muy común. Se trata del ansiolítico y somnífero más popular junto con el Valium. Alrededor de un 20% de personas sufren el denominado mono al dejar de tomarlo tras un periodo de toma continua entre dos y tres meses. Su intensidad y tiempo dependen de variables como la dosis, el tiempo y las características físicas de cada persona. Los síntomas de abstinencia son muy parecidos a los dejar el alcohol.
Este medicamento como otras benzodiacepinas solo deben ser consumidas bajo prescripción médica ya que un uso inadecuado puede tener graves consecuencias. Es por ello que no se debe tomar de manera continuada más de seis semanas, de lo contrario puede llevar a procesos de grave adicción
España es uno de los países con mayor índice de consumo, el uso imprudente de este fármaco así como de otros como el Orfidal, el Valium o el Lexatín está muy extendido por toda Europa.
Entre las vías para abandonar la adicción a las Benzodiacepinas, la más reconocida es el método Ashton. El abandono progresivo en la ingesta de este fármaco será más efectiva cuando más progresiva sea la retirada. El ejercicio físico, una dieta equilibrada y técnicas de relajación son elementos que tampoco deben faltar en este proceso.
El siguiente gráfico muestra la prevalencia de distintos problemas de salud mental en población de 15 y más según el sexo.
*Los datos fueron sacados del ministerio de salud mental


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