Las recompensas en tu cerebro

¿Pérdidas de memoria? ¿Apatía? Quizá tus niveles de dopamina estén bajos. La dopamina es una hormona que se sintetiza en diferentes áreas del sistema nervioso, especialmente en la sustancia negra y en el hipotálamo. A su vez, las neuronas dopaminérgicas, cuyo neurotransmisor principal es la dopamina, están presentes mayoritariamente en el sistema nervioso central y en el hipotálamo.

La dopamina tiene muchas funciones en el cerebro, incluyendo papeles importantes en el comportamiento y la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, el humor, la atención, y el aprendizaje. Por ello, podemos asociar niveles bajos de dopamina a problemas de memoria y movimiento, apatía, insomnio y déficit de atención. Por el contrario, niveles elevados de dopamina se asocian a hiperactivación.


A nivel neurocognitivo, diferentes estudios relacionan el déficit de dopamina con el famoso TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), creyendo que se relaciona con una disminución de los receptores de dopamina cerebral.  Además, también existen estudios que relacionan los síntomas positivos de Esquizofrenia (delirios y alucinaciones) con niveles elevados de dopamina. Así, algunos antipsicóticos son inhibidores de los receptores de dopamina.



Otra función elemental de la dopamina es la respuesta que da ante una recompensa. Consiste en una liberación de dopamina al inicio de un estímulo condicionado después de apareamientos repetidos con la recompensa. Esto es algo positivo en la naturaleza, puesto que nos adiestra para realizar conductas beneficiosas para nosotros. Sin embargo, esta función también es la que nos hace dependientes de las drogas de abuso. Cuando una persona consume drogas, esto se traduce en un estímulo de euforia y bienestar, y cuando con el tiempo desarrolla una tolerancia fisiológica ante la que el organismo deja de reaccionar de forma tan generosa, el individuo tiende a aumentar la dosis en busca de la sensación de
placer inicial.


Por último, la dopamina también destaca por ser fundamental para nuestro movimiento corporal. La enfermedad de Parkinson se caracteriza por una disminución progresiva de las neuronas dopaminérgicas, lo que conlleva rigidez, movimientos lentos y temblores. Para tratarla se suele utilizar un medicamento llamado levodopa, compuesto de un precursor de las dopamina que se transforma en el sistema nervioso gracias a un enzima específico, aliviando los síntomas.




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