"Todos necesitamos recuerdos para saber quiénes somos"

Los trastornos de la memoria son todas aquellas alteraciones y patologías que tienen como resultado una dificultad en la capacidad de codificar, almacenar y recuperar la información. El hecho de no poder acceder a nuestros recuerdos o de que estos se pierdan, hará que no sepamos quiénes somos ni dónde estamos. Es por ello por lo que la memoria podría ser entendida como una caja fuerte, donde se encuentran guardadas todas las instrucciones para desarrollar nuestra vida como seres humanos con plenitud.

Como ya hemos visto en muchas de las entradas anteriores de este blog, la memoria nos proporciona los conocimientos necesarios para comprender el mundo que nos rodea. Es ella la encargada de conservar y reelaborar los recuerdos, así como de actualizar constantemente los datos y parámetros de nuestro entorno en continuo cambio. De este modo, mientras algunas personas recuerdan el pasado como una serie de episodios inmensamente detallados (memoria episódica), otras son más partidarias de grabar en su mente el significado de los acontecimientos (memoria semántica). Para que nos entendamos, la primera sería como estar viendo una película, la segunda, en cambio, se asemeja relatar la historia escrita en un libro.

Sin embargo, un factor determinante a tener en cuenta a la hora de valorar nuestra capacidad memorística es que no todos rescatamos la información que almacenamos sobre nuestro pasado de la misma manera. Como en todo proceso mental, en la memoria se dan ciertas anomalías, pero estas, no necesariamente implican la existencia de una patología mental.

Una de las patologías relacionadas con la capacidad de almacenar los recuerdos es la amnesia. Esta consiste en un tipo de trastorno que impide que nos sea posible recordar o recuperar la información. En cuanto a las causas que inducen la amnesia, muchas de ellas todavía son desconocidas, pero aspectos como los traumatismo craneales, los accidentes cerebro-vasculares, la enfermedad del Alzheimer, así como el consumo de sustancias tóxicas, entre otras, podrían afectar enormemente a nuestra memoria. Todos estos cuadros producen un deterioro importante de la memoria episódica, además de otros déficits cognitivos. Dentro del concepto global, existen dos tipos de amnesia según el periodo temporal afectado.

El primero de ellos consiste en la amnesia retrógrada. Este es un tipo de déficit de memoria selectivo que se produce por una lesión cerebral. Tal vez te esta patología te resulte familiar, puesto que el protagonista de la famosa película Memento sufría de esta alteración. Como se puede ver en la película, aunque Leonard puede recordar nuevas palabras, le resulta imposible acordarse de los sucesos que le acontecen en su vida de un día para otro. El enfermo amnésico puede recordar hechos ocurridos en su juventud o en su infancia, pero es incapaz de aprender y recordar hechos producidos a partir del momento en que ocurrió la lesión que le produjo la amnesia.

Por otra parte, hablamos de la amnesia retrógrada, que hace referencia a la imposibilidad de acceder a eventos que han ocurrido antes del momento en que se produjera la lesión que causó el trastorno de memoria. En este caso, puede ocurrir por una lesión en el hipocampo y las áreas colindantes, lo que no le permitiría la entrada de información nueva, aunque no se perdería la almacenada antes de la lesión. Otro tipo resulta de la afectación de los ganglios basales (productores de la acetilcolina), que almacenan la información nueva y, en última instancia, por una lesión del diencéfalo.

A modo de resumen, la amnesia supone la pérdida de memoria, por ejemplo, de hechos, información y experiencias que han ido teniendo lugar a lo largo de la vida de una persona. Si bien el hecho de olvidar la identidad es un recurso argumental frecuente en las películas, las personas con amnesia en la vida real suelen saber quienes son. Sin embargo, estas pueden tener dificultades para incorporar información nueva y generar nuevos recuerdos.

A pesar de que no existe un tratamiento específico para la amnesia, evitar el daño en el cerebro (puesto que este puede llegar a ser una causa potencial de la enfermedad) mediante la toma de medidas para minimizar la posibilidad de sufrir una lesión cerebral. Por ejemplo, evitar el alcohol en exceso, usar casco cuando andamos en bicicleta o buscar tratamiento médico cuando notamos la presencia de síntomas, pueden ayudar a prevenir la aparición de los trastornos de memoria como la amnesia.

URL imagen trastornos de memoria

URL imagen fotografías antiguas

URL GIF Memento

URL imagen mujer con nota

Comentarios