Un mundo sin hormonas

Como ya sabemos, las hormonas juegan un papel fundamental en nuestro desarrollo. Tanto es así que, si no existiesen, tampoco existiría la vida tal y como la conocemos. Las hormonas regulan muchísimas funciones y actúan como una red de comunicación celular y sin ellas, no podría desarrollarse un feto dentro del vientre de una madre, acabando así con la existencia humana.

Muchas personas en el mundo sufren de exceso o déficit de algún tipo de hormona, lo que les provoca múltiples problemas. Algunos ejemplos son los siguientes:

  •          Diabetes: es una de las enfermedades más conocidas a nivel mundial y que afecta a más de 490 millones de personas. Se desarrolla por un fallo pancreático que hace que se produzca menos insulina y hace que aumente la concentración de glucosa en sangre. Provoca exceso de orina, sensación de sed, boca seca, pérdida de peso…

  •          Bocio, hipertiroidismo e hipotiroidismo: son tres enfermedades que se producen por un fallo en la tiroides, la principal glándula endocrina de nuestro cuerpo. Son enfermedades complicadas para el paciente y difíciles de curar. El bocio provoca un aumento del tamaño del cuello, el hipertiroidismo da nerviosismo, insomnio, exceso de sudoración, y el hipotiroidismo cursa con ralentización del metabolismo, aumento de peso, cansancio, somnolencia…

  •          Síndrome de Cushing: se produce por un exceso de producción de cortisol y provoca hipertensión arterial, obesidad y retardo del crecimiento en niños.

  •          Enanismo y gigantismo: se producen por un déficit o exceso de hormona del crecimiento respectivamente. Este problema salta a la vista, ya que los niños que lo sufren tienen grandes diferencias de tamaño en comparación con el resto de niños de su edad.

  •          Osteoporosis: la provoca el cese de la producción de estrógenos después de la menopausia y se manifiesta con la fragilidad y rotura de huesos.



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